| Museo |
Museo Nacional de Escultura
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| Inventario |
CE2856
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| Clasificación Genérica |
Escultura
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| Objeto/Documento |
Escultura de busto
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| Autor/a |
Anónimo [Taller italiano]
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| Título |
Retrato del Príncipe Felipe de Habsburgo; Retrato del rey Felipe II
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| Materia/Soporte |
Figura: Mármol
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| Técnica |
Figura: Esculpido
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| Dimensiones |
Altura = 85 cm; Anchura = 70 cm; Profundidad = 36 cm; Peso = 118 Kg
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| Descripción |
Busto de autor anónimo que representa al joven príncipe Felipe de Habsburgo antes de su coronación como futuro rey Felipe II. Se le caracteriza de acuerdo a la imagen pública fijada para su iconografía, con el cabello rizado y la mandíbula prognata, muy similar a la apariencia que muestra en los retratos de autores milaneses como Leone Leoni (1509-1590) y Pompeo Leoni (ca. 1533-1608), los cuales perpetuaron este modelo. De hecho, resulta evidente la semejanza con una medalla realizada precisamente por Leone Leoni en Milán, la cual fue carta de presentación del escultor ante el monarca antes de que éste fuera proclamado heredero de los Países Bajos. Posiblemente, bajo la inspiración en un modelo de este tipo, aceptado con agrado por el rey y difundido por las cortes europeas, se realizó este busto.
La escultura se representa de forma clásica o "alla antica", con la intención de vincular el poder regio con la tradición imperial romana. Precisamente viste coraza, decorada con la figura mitológica de la cabeza de la Gorgona bajo la cual descansa el insigne collar de la Orden del Toisón de Oro, y toga, sujeta con fíbula floral.
Posiblemente esta escultura, que se encuadra dentro de un coleccionismo alejado del contenido religioso en favor de uno más variado de temática histórica, mitológica o retratística, debió pertenecer a una galería de retratos particular que incorporaba, junto a las representaciones de los familiares, las de personajes poderosos y regios, en un gesto de exaltación nacional y lealtad monárquica.
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| Iconografia |
Príncipe Felipe de Habsburgo; Retrato individual masculino
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| Datación |
1550[ca] (Hacia 1550)
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| Contexto Cultural/Estilo |
Renacimiento italiano
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| Clasificación Razonada |
Las investigaciones que, en los últimos años, profundizan en el contenido de los inventarios nobiliarios hispanos, están proporcionando una visión nueva sobre lo que fue el mundo del coleccionismo privado de los grandes señores. El conocimiento documental de esos objetos disipa una serie de conceptos preconcebidos, que limitaban el gusto de los nobles a pinturas y esculturas de contenido religioso, sin apenas espacios para la temática histórica, mitológica o retratística. La dispersión de las colecciones y las dificultades para afrontar su estudio a causa de la descontextualización han favorecido estos planteamientos.
No obstante, la acendrada piedad española dejaba lugar a otro género de colecciones que, en algunos casos, sorprenden por lo variado y por lo singular. En este aspecto las galerías de retratos, como emulación de los referentes regios que se generalizaron en Europa, forman parte de esa tipología que se puso de moda en los palacios, sobre diferentes soportes y con una calidad que variaba en proporción con la disponibilidad económica de la casa.
A los retratos familiares, que servían como exaltación del linaje plasmada en una imagen rodeada de símbolos, se unieron las representaciones de los poderosos. Fue muy común que en las galerías se mostraran retratos de emperadores romanos pintados, pero muy a menudo esculpidos en mármol o bronce. Otras veces se acompañaban de una selección de emperadores turcos, añadiendo la nota exótica de sus atuendos, o de los distintos papas reinantes, coronados con la tiara.
Los retratos de los reyes españoles no solían faltar en este elenco, suponiendo además una reafirmación nacional y un gesto de lealtad monárquica que tenía sus repercusiones sociales. A una galería de retratos de este género hubo de pertenecer el busto del futuro rey Felipe II, nacido en Valladolid en 1527, que hace unos años ingresó en las colecciones de este Museo. La identificación fisonómica del joven príncipe, con su cabello rizado y su mandíbula prognata, no deja lugar a dudas en lo que a la fidelidad del retrato se refiere, mostrándolo en edad temprana, antes de su coronación. La escultura se concibe como un busto "alla antica", con intención de vincular su poder a la tradición imperial del idealizado mundo clásico, con el que siempre se buscaba entroncar. El monarca viste una coraza decorada con la cabeza de la Gorgona, sobre la que luce el Toisón de Oro, pero se cubre con una toga recogida con fíbula floral.
Existe una relación notable entre este retrato y los llevados a cabo por los milaneses Leone y Pompeo Leoni, cuyos modelos terminaron por fijar la imagen pública del monarca. Jesús Urrea observó las similitudes evidentes con una medalla realizada por Leone Leoni en Milán, utilizada como carta de presentación ante el emperador en Bruselas, antes de que el príncipe Felipe fuera proclamado heredero de los Países Bajos. La medalla fue recibida con agrado por el monarca y difundida por las cortes europeas. Posiblemente siguiendo un modelo de ese tipo se llevó a cabo la ejecución en Italia de este busto, cuidado hasta el extremo en el resultado final y expresión perfecta de la personalidad majestuosa del rey.
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| Bibliografía |
ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. Retrato del Príncipe Felipe de Habsburgo. En: MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA. Museo Nacional de Escultura: colección. 2015. pp. 140-141.
ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. Retrato del Príncipe Felipe de Habsburgo. Museo Nacional Colegio de San Gregorio: colección / collection. Madrid (m): 2009. pp. 142-143.
BOLAÑOS ATIENZA, María. Retrato del Príncipe Felipe de Habsburgo. El Museo crece: Últimas adquisiciones 2005-2010. Madrid (m): 2011. p. 98.
URREA FERNÁNDEZ, Jesús. Serena Majestad (tríptico de la exposición). Valladolid (m): 2006.
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| Catalogación |
Arias Martínez, Manuel
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